Quimera
Al inicio del sexenio deseamos le fuera bien al ganso para que le fuera bien a México, pero…
Miguel A. Rocha Valencia
A estas alturas quisiéramos que le salieran bien las cosas al mesías tropical, aunque alguna de sus corcholatas ganara elecciones, eso significaría que a México ya no le va mal, que ya tocamos fondo y tendría una recuperación con miras al siguiente sexenio.
Desafortunadamente es sólo un anhelo expresado al finalizar 2022 e iniciar 2023, en un reflejo de nuestra tendencia a la esperanza, a soñar, a aspirar a tener una vida mejor. El ganso no cambiará “lo mejor es que falta lo peor”, diría y efectivamente hará todo para profundizar conflictos sociales, montar una lucha de clases falsa, pues esta se promueve desde el poder político y económico, no desde las bases populares, de los desheredados, los conformistas o aquéllos que añoran lo ajeno, pero no están dispuestos a realizar ningún esfuerzo en base al trabajo y estudio para conseguirlo.
La estrategia del ganso será atizar la división, generar conflictos sociales, culpar a otros de la violencia que vive el país y genera cerca de 145 asesinatos y más de 100 mil desaparecidos.
Las persecuciones contra opositores, instituciones públicas, privadas y educativas, están declaradas, las provocaciones desde Palacio Nacional le saltan en diatribas al profeta de la 4T en un intenso golpeteo a las estructuras democráticas, a la libre expresión, la libertad de prensa, a la crítica y autonomía de pensamiento.
Ni pensar en cumplimiento de promesas, eso del sistema de salud como en Dinamarca o alguno de los países avanzados se quedará en quimera, en una campaña más de alguien que llegó a la presidencia para convertirse el líder faccioso, autoritario. Los números lo dicen, destruyó la estructura de atención médica de los neoliberales que cubría a cerca de 52 millones de personas y creó un Frankenstein gobernado por un antropólogo, con lo que entre 2018 y 2020, de un jalón, creció el número de mexicanos con atención médica y de 20 millones pasó a 36 millones, con datos del Inegi.
La desatención provocó más de 150 mil muertes “adicionales” por enfermedades crónico degenerativas incluyendo cánceres en niños, de mama, diabetes y cardiovasculares comparado con otros años en que prevaleció el Seguro Popular.
De ahí que la esperanza de vida de los mexicanos que con los retrógradas y corruptos de “antes” era de 75 años, bajara a 71 años en tan sólo un trienio, en tanto que las consultas del IMSS cayeron a la mitad y se suspendieron las remisiones a doctores de segundo nivel, es decir medicina interna. Las especialidades se volvieron un lujo, en tanto que el gasto familiar en la compra de medicamentos creció 40 por ciento al escasear incluso en las instituciones públicas como ISSSTE, IMSS o Pemex.
En esas condiciones, si le va bien al peje, en dos años podríamos recuperar parte de la esperanza de vida, de bienestar que teníamos antes de su administración, con una economía con crecimiento promedio sexenal del dos por ciento que hoy no llega siquiera al 0.1 por ciento. Las expectativas de Moody’s no dan más allá para todo el sexenio.
Es decir, sin inversión pública o privada, 700 mil millones a gasto social sin respaldo pero eficientes para la realización de campañas cuatroteras, déficit público de 1.2 billones, caída del poder adquisitivo del salario que aumenta por decreto con cargo a inflación e improductividad, estancamiento de la economía que prevé un endeudamiento mayor y obras donde se van casi un billón de pesos sin retribuir nada al ingreso nacional, la verdad se ve muy difícil alcanzar metas financieras y con ello se desperdicia la oportunidad de tener una moneda fuerte que sin embargo, le pega a la exportación e importa carestía.
Y es que, por si fuera poco, las políticas aplicadas al campo con clara tendencia electorera, generan improductividad, rompe cadenas productivas y de comercialización acrecentando la dependencia alimentaria. En dos años pasamos de importar 36 millones de toneladas de granos básicos, a 40 millones, de las cuáles, 17 millones son de maíz.
Por eso, aunque como todos, mi deseo es que nos vaya mejor y México supere sus retos, el panorama se ve oscuro, más con el clima de inseguridad y de confrontación, de ataque a las instituciones, la institucionalización de la corrupción y la impunidad como forma de gobierno.
Aun así, deseamos que este gobiernito tenga algunos éxitos en los fundamentales de la economía, salud, seguridad, alimentación, inversión y si lo hace, le irá bien en lo electoral, pero por lo pronto. Ya nos amanecimos con aumentos por ley, por arriba del 7.5 por ciento en muchos bienes y servicios públicos, así se irá en todo lo demás generando una burbuja alcista en general y en lo subyacente.
Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Radar del Centro, y solo son responsabilidad del autor