Defenderemos, tope en lo que tope, lo que es nuestro: ejidatarios de Peña Colorada
Por Andrés González Arias
Acá, cuando apenas comienza a calentar el sol – van a dar las diez de la mañana – se van juntando.
Es una comisión de cerca 50 ejidatarios del polígono Peña Colorada, pero que representan a más de 600 de la parte norte de los municipios de Querétaro y El Marqués, de los ejidos de Tierra Blanca, Chichimequillas, San Vicente Ferrer, San Pablo, Jurica, El Salitre, San Pedrito, San José El Alto y San José de Buenavista.
Se apuestan, decididos, frente a las oficinas de la Secretaria de Desarrollo Sustentable del gobierno del estado. Buscan a Marco Antonio del Prete Tercero, su titular.
Revisan el escrito a presentar, lo firman los ahí presentes. Algunos llevan en sus manos sus derechos de propiedad, son los certificados parcelarios que, amparados por la Ley Agraria e integrados al Registro Agrario Nacional, otorgan protección de ley a sus propiedades.
Vienen con ellos varias mujeres, su vestimenta es humilde – pero no descuidada – de gente del campo. De los hombres, algunos portan sombrero, otros llevan cachucha, con ellos llevan sus mantas que los identifican. “Ejidos Unidos Zapata Vive. La lucha sigue…y sigue”.
Una de ellas, la señora Rocío Vidal García, coordinadora de esta Unión, pero también de la Central Campesina Cardenista de Querétaro.
Todos la rodean, la arropan y puntualiza:
“Venimos a solicitar audiencia con las autoridades locales, porque no nos han recibido. Y queremos aclarar un punto, que estamos a favor de la conservación, de que se reconozca a nuestros ejidos de Peña Colorada como Área Natural Protegida, pero solicitamos que nos tomen en cuenta, porque nos han atropellado todos nuestros derechos, que nos los han pisoteado. Desde un principio, cuando comenzó a salir lo del ANP, nosotros fuimos los últimos en enterarnos. Esto fue en el 2014”.
A su lado estaba don Venancio Bárcenas Rangel, comisionado del ejido de San Vicente Ferrer, ejidatario derecho entre los derechos, hombre de una sola palabra, la del honor y orgullo de ser ejidatario. “Defenderemos, tope en lo que tope, lo que es nuestro” dice.
Estos ocho ejidos, con tierra de su propiedad, suman 4 mil 983 hectáreas, “si bien ya nos quitaron como 140 hectáreas de La Solana y Altosano”.
También ahí don Héctor Salazar Jaime, del ejido Tierra Blanca o la señora Ma. Margarita Luisa Sánchez Martínez, del Ejido El Salitre.
Antes de entrar a las oficinas de la SEDESU, les informaron que Marco Antonio del Prete estaba en Canadá acompañando al gobernador Mauricio Kuri en una gira de trabajo.
Y reiteran que tampoco en las oficinas del gobernador los han recibido, una solicitud de audiencia data del pasado 12 de mayo de 2022. Y la que volvieron a hacer este martes 8 de noviembre.
Antes de hacer entrega del escrito de audiencia, se vuelven a reunir y con el puño en alto, corean: “La tierra es un producto para quienes la trabajan, firmes ante lo que venga…firmes, firmes”.
Ya adentro, el escrito ya firmado por todos los ejidatarios, es recibido por don Augusto Cervantes, director de planeación ambiental de la SEDESU. “En un mes de plazo, como tiempo máximo, les tenemos una respuesta”. – “Ah bueno, tardan más ustedes que el gobernador” le dice don Venancio.
Pero este grupo anunció, a través tanto de la señora Rocío como del propio Venancio,” que, si no tenemos una respuesta y si se empeñan en no tomarnos en cuenta, tomaremos otras acciones”, respaldados por la Central Campesina Cardenista, de alcances nacionales.
¿Cómo cuáles? Se les preguntó.
“Primero y ante todo, agotaremos las vías legales. Ya hemos presentado escritos a varias dependencias federales, este martes llevamos un escrito al presidente Andrés Manuel López Obrador a la capital del país, cuando habíamos entregado otro similar el pasado 14 de junio, en donde le señalamos al presidente que las autoridades ambientales como la SEMARNAT, la CONANP y el gobierno del estado de Querétaro, pretenden declarar y establecer un Área Natural Protegida de un polígono de 4 mil 983.97 hectáreas, sin habernos proporcionado la información mínima, que nos permita conocer sus alcances y sin siquiera recibirnos y sin nuestro consentimiento, porque seguimos siendo los auténticos propietarios de nuestra tierra”.
Rocío dijo que no aceptarán de ninguna manera los cinco mil pesos anuales que supieron les han ofrecido, ¿Para qué nos sirven a nosotros, a nuestras familias, esa cantidad?
Agotadas todas las instancias legales, dice don Venancio que no se detendrán, “ante nada ni ante nadie, tope en lo que tope”.
Todos en coro y con el puño en alto, repiten: “Firmes, ante lo que venga, firmes…firmes”.
Andrés González
Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial Radar del Centro, y solo son responsabilidad del autor.