Salamanca, nuestra realidad
En reciente comentario con algunos amigos surgió de nuevo una expresión que yo creía olvidada: “¿qué tiene Salamanca fuera de la refinería y un conventito?” La anterior expresión ha dado pie al presente texto que en esta ocasión presento en nuestra revista, haciendo un muy breve resumen de lo que hoy existe u ofrece nuestro municipio además de “una refinería y un conventito”.
1.- Oferta Educativa. Contamos actualmente con 11 instituciones de educación superior, entre oficiales públicas (2) y privadas (9), que ofrecen licenciaturas, maestrías y doctorados en diversas áreas del conocimiento humano. Además tenemos más de 20 escuelas del nivel bachillerato, o sea que la oferta educativa es muy amplia.
2.- Contamos con un Centro Estatal de las Artes, institución de cobertura estatal que en sus casi 20 años ha fincado un gran prestigio debido a la alta calidad de sus cursos, exposiciones, conferencias y otros eventos que ha realizado.
3.- Arte y Artesanías. De artistas tenemos músicos y pintores que han alcanzado fama a nivel estatal y aún nacional y que aquí no menciono específicamente porque cada uno de ellos merece un texto completo aparte. En el municipio existen y se desarrollan varias especialidades artesanales, entre las que destacan, sin menospreciar a las demás: las figuras en cera y las artesanías en bronce.
4.- La estructura de servicios ha venido desarrollándose en los últimos años a pesar del período intenso de la pandemia mundial y actualmente la red de hoteles, restaurantes, bancos, agencias automotrices y conexos, servicios médicos, computacionales y otros servicios es bastante amplia.
5.- En lo deportivo seguimos teniendo personajes que destacan incluso a nivel nacional y que igualmente merecen un texto aparte cada uno de ellos; pero su trabajo en este rubro ha sido y es motivo de orgullo para Salamanca. Nuestra cancha de hockey sobre pasto sigue siendo una de las mejores del país.
6.-Posición privilegiada. Estamos situados en un punto geográfico en el cual, por tierra o por aire, tenemos fácil comunicación con los demás puntos de México. Las cercanías con los aeropuertos de Silao y Celaya y la red de carreteras facilitan los accesos a cualquier lugar.
7.- La zona del Bajío, a donde pertenecemos, sigue siendo una de las más fértiles y convenientes para el sembradío de variados productos que pueden (y son) exportados fácilmente debido a las comunicaciones atrás mencionadas; y un lugar de nuestro municipio incluso es considerado “la capital mundial del nopal”: Valtierrilla.
8.- A propósito, dejé al final la mención del mayor tesoro artístico que tenemos en la ciudad ya que es tal vez el que es más conocido, aunque no en toda su magnitud e importancia: los retablos dorados del templo agustino. La oncena barroca es considerada por especialistas del arte y la arquitectura como de los más importantes, notables y bellos del mundo.
Cierto es que tenemos en contra muchas deficiencias, carencias y cortedades, destacando entre ellas la actual inseguridad, la cual ha permeado a todos los niveles y ha hecho menguar el crecimiento económico; pero a pesar de ello Salamanca sigue siendo todavía una ciudad muy humana, sin los inconvenientes de las grandes urbes o megalópolis. Aquí es posible aún trasladarse a pie o en automóvil a los diferentes puntos de la ciudad sin encontrarse con grandes congestionamientos, la vida aún no es (aún no) tan rápida y todavía no somos una “jungla de asfalto”, una vorágine que nos vaya consumiendo en el estrés cotidiano poco apoco.
Todo lo anterior no es más que una breve semblanza a través de la cual he querido hacer un rápido recuento de lo que SÍ TENEMOS en Salamanca, esperando que vayan quedando en el olvido frases como la expresada al inicio de este texto o la de “en Salamanca no hay nada, mejor vete a otros lugares”.