Presagios: 100 años de infamia
Mario Quiroz Gatica
Respetado lector: el pasado 8 de julio por la mañana recibí la invitación formal de escribir regularmente en este medio digital, lo que para mí representa una distinción debido a que mi formación profesional no es la de ser un periodista; soy un adulto mayor de 73 años, egresado del glorioso Instituto Politécnico Nacional como Ingeniero en Comunicaciones y Electrónica de la generación rebelde 1968-1972. Queretano de nacimiento y después de 30 años de desarrollar la nobilísima labor de maestro en el glorioso Instituto Tecnológico de Querétaro soy jubilado por el ISSSTE. Por mi edad, mi formación técnica y por mi interés sobre la problemática social es que me atrevo a aceptar la invitación y corresponder a la invitación con la mayor seriedad y respeto hacía tí que eres la causal de nuestra comunicación. Para empezar, comparto contigo el contenido de un artículo escrito en enero, en Radar impreso, medio en el cual tengo el honor de colaborar gustosamente desde hace 30 años:
“Luis Echeverría Álvarez, LEA, cumplió 100 años de edad el pasado lunes 17 de enero de 2022. Su honra quedó manchada de la sangre derramada el 2 de octubre de 1968 y la del jueves de corpus 10 de junio de 1971. Los jóvenes de aquel entonces no lo olvidamos y tampoco lo perdonamos; nuestra rabia se volvió consigna: “2 de octubre no se olvida”.
¿Por qué la represión? Fue la pregunta que nos hicimos por años todos los que participamos en ese histórico movimiento. En el primer evento nunca supimos la cantidad de muertos y en el segundo menos.
¿Número de muertos?
1)- Abril de 1977, entrevista con la prensa nacional. Habla Gustavo Díaz Ordaz, “…mencionan centenares de muertos, desgraciadamaente hubo algunos, no centenares, tengo entendido que pasaron de treinta y no llegaron a cuarenta, entre soldados, alborotadores y curiosos…”
2)- Noviembre de 1998. Escribe el ex-dirigente estudiantil Raúl Álvarez Garín, en su libro “La Estela de Tlatelolco”, página 304: “El texto lo redactamos con el lema: “A los compañeros caídos el 2 de octubre en esta plaza”, los nombres de 20 estudiantes y vecinos que estrictamente están comprobados como muertos en la Plaza, las edades de cada uno de ellos, la frase que cierra la lista “…y muchos otros compañeros cuyos nombres y edades aún no conocemos”, un fragmento del poema “Memorial de Tlatelolco” de Rosario Castellanos, y la fecha de develación de la Estela: 2 de octubre de 1993”.
Permíteme querido lector reproducir ese fragmento final del poema: “…Recuerdo, recordemos hasta que la justicia se siente entre nosostros”.
3)- 2004, los líderes estudiantiles anotaron en el extremo superior izquierdo de una manta de protesta la cantidad de 38 muertos. Año con año, el 2 de octubre iban al domicilio de Luis Echeverría Álvarez, en el número 131 de la calle de San Gerónimo, a gritarle desde afuera en coro y tambores: ¡¡Asesino, asesino, asesino!! ¡¡Justicia!!
4)- Febrero 2008. Escribe Eduardo Valle, alias “El buho” en su libro “El año de la rebelión por la democracia”, en la página 95: “De documentos oficiales (actas de defunción y otra documentación de soporte), hasta el día de hoy, se desprende que hubo un total de 85 muertos:” Sigue un listado de 85 nombres, donde los primeros 9 ocurrieron anteriores al 2 de octubre de 1968; del número 10 al número 68 se consideran como ocurridos el 2 de octubre, dentro de esta misma clasificación aparecen con la palabra desonocidos del número 69 al 77. En este listado aparecen el nombre de 12 mujeres. Los números 78 y 79 son los nombres de 2 militares. El número 80 es por hechos ocurridos posteriores al 2 de octubre y termina del 81 al 85 por otros momentos del movimiento estudiantil”
5)- En base a documentos desclasificados del Departamento de Defensa Norteamericana estiman que el número de muertos está entre 150 y 200.
En el caso de 1968 el material fílmico disponible lo mandó grabar el entonces Secretario de Gobernación, Luis Echeverría Álvarez, con personal de la misma Secretaría. Hubo cuatro puntos de filmación simultánea y a cada equipo se le asignó un elemento de seguridad para entregar ese mismo día el material filmado. Por canales desconocidos se dispone de una parte muy pequeña de los rollos, falta mucho material por ver.
En el caso de Jueves de Corpus, 10 de junio de 1971, el muy escaso material fílmico disponible lo grabó Gabriel Retes, el director de la película “El Bulto”. Lo conservó por muchos años porque lo mandó revelar a los Estados Unido, lo recuperó y se salvó. Él mismo dice en una entrevista que todo material fotográfico relacionado con los dos eventos las casas reveladoras borraban el material y le entregaban al cliente material nuevo de reposición.
Este era el nivel del control gubernamental. Sin embargo, los asistentes a la manifestación expresan que los muertos eran similares a los del 68 o quizá un número mayor. La mala entraña de aquellos gobernantes dió origen a la guerrilla en nuestro suelo patrio.
El Ejército Mexicano:
El Batallón Olimpia que actuó en Tlatelolco estaba compuesto por militares. Los Halcones, que actuaron en San Cosme, estaban entrenados por militares. El Ejército tiene los datos y debe presentarlos. El Ejército fue traicionado en Tlatelolco por sus miembros asignados al Estado Mayor Presidencial quienes dispararon a la multitud y a sus compañeros de armas, por eso su expulsión de Palacio Nacional al iniciar este gobierno. En el caso de San Cosme, el cuerpo paramilitar, en la nómina del Departamento del Distrito Federal, fue disuelto ese mismo día. Sus mandos militares fueron asignados a otros cargos, abandonaron el país y dejaron pasar el tiempo.
La nueva Fiscalía creada el año pasado cuya misión es investigar la guerra sucia de fines del siglo pasado tendrá los archivos militares abiertos para la realización de su encomienda; seguro estoy de ello porque debo confesar y admitir que en estos tres años del actual gobierno, jamás había visto al Ejército Mexicano tan cercano al pueblo.
Presagio: es en este gobierno o en ningún otro.”
Presagio 2: Si creen los familiares del ahora fallecido el 8 de julio, el expresidente LEA, que aquí termina nuestro asunto, se equivocan: queremos, exigimos la verdad y su no impunidad. ¿¡Ni perdón ni Olvido!!