Crónicas del espírituEl opinadero

La Sociedad del Cansancio

Crónicas del Espíritu  

La Sociedad del Cansancio

 Iván Juárez Popoca

Te levantas temprano y, a las carreras, tomas tu desayuno y sales al trabajo donde compites, te esfuerzas por ser productivo aún a costa de tu familia y tu salud. Termina la jornada y te llevas actividades a casa; cuando tienes algo de tiempo libre te sientes culpable; el sistema de explotación se ha apoderado de la psique de las mayorías y no es necesaria una coerción violenta para exprimir al trabajador: basta con que tenga la necesidad de vender su vida para poder subsistir y el condicionamiento para lograr metas que, supuestamente, lo convertirán en exitoso. Es como si ahora el esclavo tomara el látigo de su amo para presionarse a sí mismo.

Éste es uno de los fenómenos que observa el filósofo Byung Chul-Han, ganador del premio “Princesa de Asturias” y quien hace una disección de la sociedad moderna. Observa él como la sobreproducción genera agotamiento y el exceso de información más la hiperconectividad producen agobio y trastornos psicológicos.

¿Cuál es una de las primeras acciones que solemos hacer en el día? Ver el celular: nos hemos vuelto dependientes de la tecnología que no es negativa en sí, pero que en lugar de funcionar como herramienta, se va convirtiendo en un poder omnipresente y manipulador. Este tema, entre muchos otros, son abordados por Chul-Han en sus libros, entre los que sobresalen “La Sociedad del Cansancio”, “Enjambre”, “La Agonía del Eros” y “Sobre Dios”, donde se puede rastrear lo mejor de la filosofía alemana e influencias orientales. Esto resulta coherente si consideramos que se trata de un escritor coreano formado en Alemania.

El diagnóstico resulta negativo: la mayor parte de los seres humanos nos convertimos en máquinas automatizadas que producen para el sistema, en una era de gran conexión digital cada vez estamos más solos y queremos justificar nuestra existencia con acciones frenéticas que no producen un verdadero contentamiento. Y así pasa la vida, llegamos a la vejez sin haber encontrado nuestro verdadero ser, simplemente nacemos, nos reproducimos y nos encaminamos a la muerte para luego ser sustituidos por un nuevo dispositivo.

¿Qué solución propone el intelectual coreano? Nos dice que para defender nuestra libertad hemos de retornar a lo esencial y vivir de una manera más honda y menos sometidos a la lógica de la eficiencia. Para ello, sin pretender aislarnos del mundo, podemos reducir nuestro contacto con lo digital y aumentarlo frente a la realidad. Por otra parte, podemos practicar la meditación y buscar un ocio creativo y una relación más auténtica con las personas queridas y con el grupo humano al que pertenecemos.

Desde luego que no es fácil, pero el primer paso es reconocer la situación y en ese sentido la visión del galardonado resulta muy valiosa; por ello es un pensador de gran impacto en la filosofía contemporánea y el reconocimiento internacional de que es objeto resulta totalmente merecido.

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