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La importancia de un tapanco

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La importancia de un tapanco

Por Galia Razo

Se celebró en días pasados, en Salamanca, como en muchas otras partes, el día internacional de la danza. Es un evento que reúne a escuelas de la ciudad y que suman muchísimas variantes: ballet clásico, baile folklórico, hawaiano, danza contemporánea, jazz, baile fino y de salón, ritmos latinos,  etc.

Esta iniciativa se debe a un grupo de organizadores y lo que piden al municipio es permiso para utilizar la plaza pública, un escenario y sonido. Bueno, pues si bien se le facilitó el apoyo, la verdad es que hubo un punto que el Regidor Diego Calderón denunció y fue el relativo al mal estado de las tarimas con las cuales armaron el tapanco que fue el escenario para la presentación de los diversos grupos.  La queja fue para darle voz a los bailarines que se acercaron con él, ya que esas tarimas astilladas, a la mejor servían para danza folklórica y con sus peros, pero definitivamente no eran para el ballet o el hawaiano, lo cual hizo que desistieran de participar algunos grupos.

El Regidor, haciendo eco de este descontento, subió a la siguiente sesión de cabildo en el rubro de asuntos generales este tema, y de inmediato fue cuestionado por la síndico, sobre la poca importancia que tenía el punto como para meterlo a discusión; y el otro síndico replicó que había asuntos más importantes para tratar.

Que disculpen la señora y el señor síndicos, pero todo lo que atañe a la ciudadanía es digno de tratarse en una sesión de cabildo. El estado de las tarimas es una queja legítima de un sector creativo y artístico que se sintió agraviado porque, si bien se les dio apoyo, parece ser que fue muy a fuerzas, como diciéndoles: si quieren, confórmense con eso.

Argumentos sin solidez como los que argumentaron los integrantes del cabildo: “hay cosas más importantes que eso”, mostraron un menosprecio por las artes. Por eso la gente dedicada al baile en cualquiera de sus manifestaciones se sintió menospreciada, porque ya no se trataba de que les reconocieran su trabajo, que por cierto se hace en el municipio más por iniciativa particular que por estímulo gubernamental, sino que se les respetara al apoyarles con un escenario digno.

¿Poca importancia del tema? ¿Otras necesidades? Esas expresiones me parecen como proyecciones inconscientes quizá, ya que, si no pueden ser cuidadosos con poner un escenario adecuado para lo que se va a desarrollar, pues se puede pensar que menos se tendrá para otros asuntos de mayor envergadura. Yo quiero imaginar que le pongan esas mismas tarimas al presidente durante uno de sus eventos, o el día de su informe ¿estaría conforme?

No señores, el subir el tema de las tarimas al cabildo tiene su relevancia, porque se refiere a un segmento de población que, con su tarea creativa, mucho contribuyen al engrandecimiento de Salamanca y, el hecho de que les quieran hacer saber su queja, quiere decir que están exigiendo atención y trato digno ¿es eso poco importante?

Bien por el Regidor Diego Calderón por darles voz y respaldo a los bailarines de nuestra ciudad.

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