Desde la Azotea de Orión

Altar de estrellas

Desde la azotea de Orión
Braulio guerra Urbiola

Les comparto esta fotografía que tomé hace un año en un rincón remoto de Baja California, México, en un paraje llamado Laguna Hanson, dentro del rancho conocido como Corral Falso, a varias horas de distancia de Tijuana, en medio de la naturaleza pura y el silencio absoluto.

La noche comenzaba a caer y la luz del sol se retiraba del horizonte. Entre los arbustos y matorrales, una cruz encendida —alimentada por focos eléctricos y sostenida sobre una roca— brillaba en la penumbra, solitaria y serena.

A lo lejos, en el cielo profundo, se revela el fondo cósmico: el brazo de Sagitario y el centro galáctico de nuestra Vía Láctea. Allí habitan miles de millones de estrellas, cúmulos globulares, nubes de hidrógeno y polvo interestelar que envuelven al núcleo central de nuestra galaxia, donde reside un agujero negro supermasivo: Sagittarius A*.

El brazo de Sagitario es una de las principales estructuras espirales de la Vía Láctea y contiene regiones ricas en formación estelar. Es, además, uno de los caminos que conecta nuestra posición en el Sistema Solar con el corazón galáctico. Verlo en la bóveda celeste, justo detrás de una cruz encendida en la Tierra, fue un momento de revelación.

Una señal de que lo infinito puede tocar lo íntimo. Que el cielo abraza incluso las soledades del desierto. Una visión de espiritualidad combinada con ciencia.

Una decisión que abraza a la soledad bajo los trazos del infinito, pero que también ansía la luz y a una estrella compañera para que te guíe en el camino…

Que cada roca, cada cruz, cada fotografía… también puede ser un altar de estrellas.

Datos técnicos:
Canon SL3 Rebel EOS
20’ exposición
Baja California
Laguna Hanson Rancho Largo

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